6 de marzo de 2008

HENRÍQUEZ UREÑA, PEDRO


(1884-1946). Nació en la ciudad de Santo Domingo el 29 de junio de 1884, hijo de Salomé Ureña y Francisco Henríquez y Carvajal. Se destacó desde joven como escritor, filólogo, filósofo y educador, el intelectual dominicano de más renombre internacional se graduó de bachiller en ciencias y letras en 1901, viajando en ese año a la ciudad de Nueva York hasta 1904, cuando llega a La Habana. Desde 1906J hasta 1914 residió en México y se graduó de abogado. En ese ultimo año trabajó en la Universidad de Minnesota e inició su doctorado en literatura. Residiendo en los Estados Unidos le sorprendió la ocupación militar americana de la República Dominicana (1916-1924). Pedro Henríquez Ureña adoptó una actitud cansona con los intereses de su patria. Inició una campaña, a través de la prensa hispanoamericana, reforzando la iniciada por la Comisión Nacionalista a favor de la desocupación. La Comisión estaba presidida por su padre Francisco Henríquez y Carvajal, quien era el presidente al momento de la intervención militar. Tuvo influencia literaria, cultural y académica en los países donde residió, dejando discípulos y seguidores que lo admiraban por la solidez de sus conocimientos y por su autoridad moral. Sus aportes en el campo de la educación, la literatura y la filología están contenidos en decenas de ensayos y libros, entre ellos: Ensayos críticos (1905), Antología de la versificación rítmica (1919), La versificación irregular en la poesía castellana (1920), Seis ensayos en busca de nuestra expresión (1928), La cultura y las letras coloniales en Santo Domingo (1932), El español en Méjico, los Estados Unidos y la América Central (1938), Para la historia de los indigenismos (1938), Gramática Castellana (en colaboración con Amado Alonso), (1939), El español en Santo Domingo (1940), y La literatura en los periódicos argentinos (1944). En España formó, junto a Menéndez y Pidal y un nutrido grupo de intelectuales, el Centro de Estudios en 1880 la Escuela Normal. Organiza el sistema educativo dominicano, además de restablecer el Instituto Profesional (hoy Universidad Autónoma de Santo Domingo), donde impartió la cátedra de Derecho Publico. En 1888 fundó en la ciudad de Santo Domingo la Escuela Nocturna para la Clase Obrera. En las instituciones educativas creadas por él, estableció el sistema de enseñanza basado en las ciencias positivistas, abandonando el aprendizaje memoristico y promoviendo una educación donde la razón prevaleciera por encima de los dogmas religiosos. Ocupó la Dirección Nacional de Enseñanza. Su mayor aporte a la República Dominicana fue el establecimiento de la Escuela Normal, institución que se encargó de regar las semillas de la educación dominicana en todo el territorio dominicano. Como escritor de sólida formación, dejó publicadas varias obras, entre ellas: La peregrinación de Bayoán (1863), Lecciones de derecho constitucional (1887), y la Moral Social (1888). Asistido en su enfermedad por los doctores Francisco Henríquez y Carvajal, Arturo Grullón y Rodolfo Coiscou, falleció el 11 de agosto de 1903.

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